viernes, 17 de septiembre de 2010

EL INGRESO DE LA FUERZA PÚBLICA A LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA: Violación de la autonomía universitaria y atropello al libre derecho a la manifestación

Medellín, Septiembre 16 de 2010

Con estupor e indignación, la Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia, comunica a la opinión pública su posición frente a la gravedad de los hechos ocurridos en el Alma Máter el día miércoles 15 de septiembre, cuando tanquetas y unidades del Escuadrón Móvil Anti Disturbios (Esmad), de la Policía Metropolitana de Medellín hicieron abruptamente su ingreso en el campus universitario en momentos en los cuales se realizaba una manifestación pacífica de estudiantes en los bajos del bloque 16, correspondiente a las oficinas administrativas y a la Rectoría de la institución.
La entrada de estas cuadrillas móviles policiales generó rechazo en el estudiantado, el cual adelantaba su actividad en orden; las puertas de acceso al bloque 16 estaban cerradas y custodiadas por cuerpos de seguridad privada, de Miró Seguridad al servicio de la Universidad -según supimos, por orden administrativa-.
El atropello cometido por parte del Escuadrón con su ingreso a la Universidad con tanquetas y con varias de sus unidades de choque disparando gases lacrimógenos, causó pánico en toda la comunidad universitaria, por la forma como irrumpieron estos agentes de orden público en nuestro campus. El debate razonado de las ideas y el derecho a manifestarse y a expresarse públicamente por parte de los estudiantes fueron violentados con la invasión de la fuerza pública.
Para llamar a la razón, contener a los manifestantes y exigir a la fuerza pública su retiro de los predios universitarios, tanto la Personería de Medellín como la Defensoría del Pueblo y la Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia estaban presentes; con nuestra presencia y con la interlocución permanente con la dirigencia estudiantil y la administración de la Universidad, tratamos de buscar la salida negociada al conflicto; vale decir que en el proceso no se dudó un solo momento en llamar telefónicamente a la Rectoría, a la Vicerrectoría de Docencia y al Secretario General para que se emitiera la orden de retiro de los agentes, gestiones que se adelantaron sin éxito alguno.
La Universidad, al momento de los hechos, se encontraba en plena realización de sus actividades académicas y permanecía en sus predios una cantidad importante de personas; las medidas de choque no eran necesarias, no se estaba poniendo en riesgo nada diferente a la posibilidad de debatir diferentes posiciones frente a las restricciones de acceso, a las excesivas medidas de seguridad desplegadas desde el lunes 13 de septiembre y al desmedido control del ingreso a la Universidad con directas implicaciones para la ciudad y para el mismo estudiantado y personal que aún no contaba con el documento TIP. El estudiantado organizado decidió realizar una protesta pacífica en los bajos del bloque 16 sin pretender con ello secuestrar o intimidar a nadie más allá de las arengas y la exigencia de diálogo con las directivas.

Por lo antes descrito, la Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia manifiesta lo siguiente:
1. Rechazamos con indignación y dolor universitario el pronunciamiento del Señor Gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos, Presidente del Consejo Superior Universitario, en torno a la autorización del ingreso de la fuerza pública en la Universidad.
La fuerza pública NO puede ser parte del campus; su presencia allí obstaculiza, altera y amenaza el trabajo académico científico y social que la Universidad realiza diariamente.
2. Ratificamos nuestra posición de separar, en el análisis de la actual situación, la orden administrativa de la carnetización obligatoria y unificada por parte de la comunidad universitaria, de la discusión del problema de seguridad presente en la Universidad. Son temas diferentes que ameritan discusiones y tratamiento distinto y por separado. Medidas de choque con uso desmedido de la fuerza e ingreso de la fuerza pública a los predios universitarios como las que se presentaron el 15 de septiembre, no resuelven el problema: por el contrario, atentan contra la integridad física de las personas y agreden el espíritu universitario, vedan el debate académico y político, imposibilitan el diálogo y castigan la libertad de expresión: actividades propias del hacer universitario.
3. El derecho a la protesta y a la manifestación pacífica de las ideas fue violado con esta medida; el uso de la fuerza amenaza la libre expresión, intimida a la población universitaria y afecta el ejercicio pleno de las libertades democráticas, eje de la función educativa que cumple nuestra Alma Mater. Hay que advertir que el Esmad ingresó el lunes 13 de septiembre a disolver una manifestación pacífica de estudiantes en horas de la tarde a la altura de la entrada de la Avenida del Ferrocarril; el martes 14 intentó entrar para interrumpir la Asamblea que los estudiantes
adelantaban pacíficamente en los bajos del bloque 9; y finalmente, el miércoles 15 intentó entrar alrededor de las 3 de la tarde por la puerta peatonal a provocar a los estudiantes que iban en mitin pacífico camino al bloque 16, antes de los hechos aquí narrados.
4. La intimidación, el maltrato y el abuso de autoridad mediante medidas policivas con violencia simbólica y física sobre estudiantes y profesores de cátedra y de planta, ni qué hablar de visitantes por parte de la compañía de seguridad privada contratada por la Universidad y las fuerzas antidisturbios del Esmad a partir del lunes 13 de septiembre, agravan el problema de la actual coyuntura al otorgar a estas fuerzas de control y vigilancia la potestad de decidir quién puede entrar y quién no a ésta “la casa de todos”.
5. Se violó la autonomía universitaria con el ingreso de la fuerza pública, se ofendió al estudiantado, que por demás nunca puso en riesgo ni amenazó de secuestro o retención al personal administrativo del bloque 16 o del cuerpo directivo de la Universidad; la mejor prueba de ello fue la salida ordenada de trabajadores y empleados del edificio sin que ningún estudiante lo impidiera, pues ese no era el propósito de su presencia allí.
6. Se presentaron cuatro personas heridas con contusiones y golpes en la cabeza, dos de ellas funcionarias de la Unidad Permanente de Derechos Humanos de la Personería de Medellín, quienes en ejercicio de sus funciones se encontraron en medio de agentes y estudiantes; uno de los heridos, un estudiante que salía de la Universidad en su motocicleta, fue alcanzado por una granada de gas lacrimógeno que impactó su cabeza a unos cuantos milímetros de uno de sus ojos; el estudiante fue remitido a la León XIII y pudo salir minutos más tarde. Otro estudiante fue atendido por el equipo médico del bloque 22, así como varias personas que ingresaron a la enfermería en shock nervioso y con evidente afectación respiratoria por la aspiración de gases. Al terminar el día se presentaron cinco personas retenidas, las cuales fueron liberadas una vez tomados sus datos y realizada una amonestación verbal.
Muchos estudiantes y trabajadores, fueron acompañadas a las salidas del Metro y de la Avenida del Ferrocarril por funcionarios de la Personería y de la Defensoría.
7. Nos hicimos presentes con estudiantes, Personería, Defensoría y Asociación formando un cordón humano de contención que evitara la confrontación física entre Esmad y estudiantes. Pese a ello y a nuestra persistencia ante Universidad de Antioquia todas las instancias presentes, con el Secretario General y con el Rector de la Universidad a la cabeza, éste manifestó que el Gobernador se negó a retirar la fuerza pública. Por el contrario, presenciamos la entrada de mayor número de agentes y de tanquetas que por la fuerza despejaron los bajos del bloque 16 y terminaron expulsando de los predios universitarios a la población presente en esos momentos. Sin la presencia de estas entidades garantes de los derechos humanos, Personería y Defensoría, el saldo hubiera podido ser peor.
8. En la comisión de verificación, la Asociación realizó un recorrido por toda la Universidad acompañada de personal de Seguridad, de la Personería, de la Defensoría y con un representante de la administración. Pudimos advertir daños materiales generados por los gases lacrimógenos que impactaron varias pantallas de televisión de la Universidad y la ruptura de algunas vidrieras y máquinas dispensadoras de alimentos; finalmente, todas las personas pudieron ser evacuadas en orden y con seguridad.
9. Rechazamos la actitud de las directivas universitarias al no exigir el retiro de la fuerza pública de manera contundente y decisiva de los predios universitarios; su presencia nunca fue necesaria y la forma como ésta se dio mucho menos. Con esto se lesionan la autonomía universitaria y administrativa, pero sobre todo la posibilidad misional que tiene el Alma Máter de debatir, disentir, expresarse y dialogar sobre la problemática que le aqueja, de manera sosegada y civilizada.
Esperamos que rectoría, directivas, trabajadores y empleados, profesorado y estudiantes encontremos la vía del diálogo y la concertación sin la presencia de la fuerza pública y respetando la soberanía de los predios universitarios. La Asociación está dispuesta a adelantar un proceso de concertación para la instalación de una Mesa de Trabajo –como siempre lo hemos hecho y dependiendo de la voluntad de las partes- entre estudiantes, profesores, directivas y autoridades, para tratar de buscar el consenso necesario sobre las salidas al conflicto actual. Aclaramos a todos los estamentos que por supuesto estamos hablando de una Mesa de Trabajo con voluntad política, cuyas decisiones, en últimas, le corresponden siempre a la administración. Es obvio para la Asociación que cualquier principio de acuerdo debe partir del enfático rechazo de la presencia de la fuerza pública en los predios de la Universidad, y del ejercicio de cualquier tipo de violencia, venga de donde viniere.

Junta Directiva ASOPRUDEA

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