lunes, 2 de agosto de 2010

Los réditos de la construcción de la democracia universitaria

Hay quienes creen que el movimiento profesoral, estudiantil y de trabajadores que durante dos meses agitó a la Universidad en pos de la construcción de la democracia interna –cuyo elemento incidental fue la petición de renuncia y posterior salida del decano de la Facultad de Odontología– fue un movimiento que solo dejó costos sociales y perdidas, cuantificadas con meticulosidad y puestas en escena con profusión en el Portal de la Universidad.

Pero, es pertinente dejar en claro que los movimientos sociales cuando enarbolan las banderas de la justicia, aportan a la construcción del llamado capital social, eufemismo que no hace más que ocultar los logros en términos de confianza y legitimidad, producto de apostarle a construir conjuntamente espacios activos de participación y de convivencia. Avanzar en la concreción de la democracia es optar por una vía de pluralismo y respeto por la diferencia. La democracia como sustancia, y no como mera forma, es la posibilidad de remover las rémoras del burocratismo, el autoritarismo y la inercia institucionales.

Si algo debe rescatarse de este movimiento por la democratización en la U de A –que así debería denominarse– es la pertinencia de su reclamo de coherencia en el ejercicio de prácticas institucionales que, cada vez más, se tiñen con la impronta del burocratismo y el autoritarismo. La personalidad autoritaria emerge del vacío y la carencia de opciones sociales y políticas, cuando el líder incidental se arropa con los oropeles del mesianismo ante la mirada carente de perspectiva de unas masas cuya salida es la servidumbre voluntaria.

Avanzar en la democracia tiene réditos y logros que las mentes afectas a la cuantificación no podrán ponderar o poner en pesos contantes y sonantes, pues su lógica institucional no va más allá de sumar cifras y establecer indicadores. El eficientísimo del indicador es la enfermedad pueril del administrador tecnocrático –de aquellos que al parecer hoy pululan en el gabinete del gobierno entrant–: el número, la cifra descarnada, descontextualizada, sin horizonte ni perspectiva –cuando no la cifra manipulada y amañada– para producir un efecto de simulación.

Lo que el eficientísimo de la cifra no logra ponderar es el costo del error político de los órganos supremos de decisión universitaria. ¿Cómo medir los desaciertos de los decididores –según los denomina el economista J. K. Galbrait–? ¿Cuál es el costo de la intromisión politiquera? ¿Cómo remediar los desaciertos del burocratismo y la abulia institucionales? Estas preguntas quedan abiertas y solo la dinámica del desarrollo de la democracia en la Universidad de Antioquia nos permitirá avanzar en una respuesta.

Marco Antonio Vélez Vélez

Presidente Asoprudea

Atentamente,


Sara Castro G.
Comunicadora

------
ASOPRUDEA. Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia.
Ciudad Universitaria Bloque 22 Oficina 107
Teléfono: 219 53 60 - 263 61 06
E-mail: asoprudea@udea.edu.co
Página web: http://asoprudea.udea.edu.co
Medellin, Colombia

No hay comentarios:

http://estudiantesudea.blogspot.com/